PSOE: de Partido de Estado a partido antisistema.
El radicalismo del PSOE lo ha convertido en un partido antisistema. Ha dejado de ser Partido de Estado.
Empecemos por describir, grosso modo, los tipos de partidos políticos:
Partido de gobierno: aquel partido que, tanto por su estructura organizativa, suelo electoral, y su propia naturaleza, hacen de él, un partido capaz de alcanzar el gobierno. Podrá subir y/o bajar en intención de voto. Gobernar o estar en la oposición. Pero seguirá siendo un partido de gobierno.
En España, actualmente, esa condición solo la tienen el PSOE y el PP.
Partidos de Estado: Partidos de Estado son aquellos que, independientemente de la ideología que profesen, defienden, amparan e incluso se alían con otros partidos, con tal de salvaguardar las bases que sostienen una Nación.
Esas bases, son tales como:
- La Constitución.
- La Monarquía.
- El Estado de derecho.
- Independencia de las Instituciones del Estado.
- Respeto por la División de poderes.
Hasta la llegada de Pedro Sánchez, los partidos de Estado eran el PP, El PSOE, Ciudadanos y VOX.
Partidos Antisistema: Partidos que, sirviéndose de las garantías que proporciona el Estado de Democrático y de Derecho, aspiran a destruir el sistema y las instituciones que sostienen al propio Estado. Su objetivo es acabar con el sistema desde dentro del sistema.
Actualmente en España, sería Podemos, Junts, Bidu y ERC.
En el caso de Podemos, en pos de un nuevo régimen constituyente, que, como buenos comunistas que son, terminaría en ese Nirvana que a esta gente le supone la Dictadura del Proletariado.
En el caso de los independentistas, la destrucción del Estado, desgajándolo a conveniencia según el caso.
Mención aparte sería Sumar: este partido lo podríamos definir como partido garrapata, en el sentido de que, su único objetivo es vampirizar recursos de las instituciones, en pos de su mera supervivencia. En este caso, se sirven de postulados de la extrema izquierda para justificar su existencia. *vaticinamos que en breve se fusionará con el PSOE.
Una vez que tenemos los conceptos claros, podemos afirmar sin posibilidad de error, que el PSOE, ha dejado de ser un partido de Estado.
Y ha dejado de serlo por el giro hacia posiciones de extrema izquierda y antisistema al que lo ha llevado Pedro Sánchez.
El PSOE ya no es ese partido con estructura interna democrática y defendiendo las bases del Estado de derecho.
Muy al contrario, su *histórica democracia interna, representada por su Comité Federal, ha sido reemplazada por el cesarismo sátrapa de su secretario general.
Y a nivel de política nacional, una vez alcanzada la presidencia, es de una radicalidad desconocida en casi 50 años de democracia en España.
El PSOE abandona la democracia interna. Sánchez lo ha convertido, al igual que todo lo que toca, en un partido presidencialista.
Sólo sus afiliados podrán revertir esta situación. Pero, hoy por hoy, el PSOE se ha convertido en una logia cuyo único objetivo es servir al líder.
Veremos cómo evoluciona una vez Sánchez caiga.
*histórica democracia interna, no implica asumir los postulados democráticos. Largo Caballero, ya comentaba que: "no creemos en la democracia como valor absoluto. Tampoco creemos en la libertad" Pedro Sánchez ha asumido esa frase como forma de hacer política.