Scratches: La manipulación de la izquierda
Empezaremos hablando de la activista: Ada Colau. Es imposible no simpatizar con el propósito de su causa, pero otra muy distinta, comulgar con sus métodos:
Los así llamados Scratches.
Siendo muy noble tu causa Ada, tus medios desacreditan tus actos, lo cual es una pena, porque de haber sido de otra forma, es probable que se hubiera generado en España un movimiento tan masivo, que difícilmente se podría haber obviado por ningún poder fáctico inmiscuido en el problema, y/o posible solución, al mayor drama al que se puede enfrentar una familia: abandonar su casa por no poder pagar.
Poco a poco has ido derivando a posiciones más radicales, dejándote caer en brazos de la izquierda más combativa, reivindicativa y habitualmente autoritaria: este tipo de izquierda a la que hacemos referencia es aquella que acostumbra a defender postulados en los que la violencia forma parte de su naturaleza, y en la que lo que ellos entienden su razón, es indiscutible, por no decir directamente, verdad revelada. No sé si consecuencia de haber salido en los platós de televisión, de verte arropada por gentío callejero vociferante, por algún tipo de revelación del espíritu de Maquiavelo, o porque sencillamente, el personaje te ha superado. Ada, a estas alturas del partido, deberías saber que, el fin no justifica los medios, por muy buen fin que se persiga.
Grosso modo, la derecha sociológica española, ha pasado de estar en sintonía con lo que defiendes, porque efectivamente lo que defiendes es justo, a que se te identifique con una especie de sacerdotisa de los movimientos sociales. Una justiciera social, pero con ese indiscutible tufillo pseudopiquetil que son los scratches. Tú, al puro estilo Agustina de Aragón y enarbolando la bandera de la verdad, te has creído ser la única depositaria de la razón, solución, justicia y bien, de todos los males de la sociedad emanados de la burbuja inmobiliaria: hipotecas y desahucios.
No deja de sorprenderme la tendencia que tiene la ideología de izquierda a arrogarse de una especie de buenismo roussoniano. Ergo el pensamiento más conservador es en esencia, maligno.
Además, entiendo que cualquier acción política derivada de una toma de decisiones asamblearia, sin duda generará conflicto más pronto que tarde.
Premisas falsas:
1- El problema de los desahucios es culpa de la derecha.
Respuesta: El culpable de los desahucios es sin duda EL PARO. No es la izquierda, ni la derecha, ni ninguna opción política en particular (recordemos que fue en época de Zapatero cuando más desahucios se produjeron). La vivienda es lo último que se deja de pagar. Lo que lleva a una familia a dejar de pagar su vivienda, es simple: falta de liquidez. A pesar de que la burbuja inmobiliaria (nunca entenderé que se llame así. Es simplemente especulación desmedida) generó unos precios desorbitados, nadie obligó a nadie a firmar. Una hipoteca no deja de ser un acuerdo; efectivamente en condiciones calamitosas, pero acuerdo al fin y al cabo.
Si a pesar de, estas objetivamente injustas condiciones, no hubiera el desmesurado 27-28% de paro, se seguiría pagando las mensualidades y no existiría el problema del desahucio en la magnitud que tiene en la actualidad.
2- La derecha no quiere hacer nada para solucionarlo. Se pone a silbar y a mirar a la luna cuando ve un desahucio.
Respuesta: El victimismo social que asume la izquierda cuando no gana unas elecciones, forma parte ya la tradición en un sistema de partidos. Que el problema es serio, es incuestionable, pero de ahí a señalar con el dedo y acosar a ninguna opción política o persona en concreto, aparte de injusto, es oportunista, manipulador y mentiroso. El problema es de tal magnitud, que señalar un solo culpable se antoja erróneo y falaz. No es tan fácil. El slogan “Sí se puede pero no quieren” es perverso en sí mismo. Acotan el problema, satanizan a los que ellos entienden culpables, los acosan y además, se erigen en solución: ¡¡¡Toma ya!!!
Otra cosa es que, desde el gobierno se estén aportando ideas, soluciones o medios eficaces para terminar con el problema. Cierto es que, hasta el momento, mucha lucidez para arreglar esta situación, no ha habido. Pero de no saber arreglar algo, a ser el que lo ha roto, hay una diferencia que la Srta. Colau no parece atisbar.
3- A la derecha este problema no le afecta.
Respuesta: Si hay algo en cuestión de ideología que me enerva es, el sempiterno mantra proveniente de la izquierda que reza que los conservadores somos todos prácticamente millonarios. Yo soy conservador, pero no hablo de mi situación financiera porque no todos los lectores tendrán clínex a mano.
A lo mejor resulta que a la derecha sociológica no le afecta los desahucios, o ninguno se queda en paro, o son todos amigos de Botín. Es más, es probable, que, desde la izquierda y/o movimientos sociales de moda, que llevan inoculada la idea de que la derecha es perversa por naturaleza, se piense que, desde la derecha se disfruta cada vez que se contempla un desahucio, no ya solo debido a su maldad intrínseca, sino, porque a la derecha no le afecta.
4- Un “Scratche” no es acoso.
Respuesta: Lo primero que se me ocurre cuando oigo que los así llamados “scratches” no son acoso es preguntarme: ¿Pero esta gente toma por boba a todo el que no comulga con su forma de actuar?
A veces pienso que algunas formas de pensar o de defender lo que se piensa, su portador faltó a varios capítulos de Barrio Sésamo: Que te griten en la puerta de tu casa, te llenen el portal de pegatinas, te insulten, te señalen como responsable de un mal que tú no has cometido y del que está sufriendo una grandísima parte de la sociedad, en fin, todo esto y más… y ¿resulta que no es acoso? Veamos lo que dice la RAE sobre la palabra acoso:” Perseguir, apremiar, importunar a alguien con molestias o requerimientos.” Supongo que ante semejante evidencia, siempre podrá salir el progresista erudito duduá de turno y justificar algún matiz que lo diferencie de lo que en un “Scratche” se hace. Si se tiene cola de gato, rabo de gato, patas de gato y ojos de gato, generalmente suele ser un gato… pero ya conocemos todos, las piruetas lingüísticas que gusta la izquierda, para que las cosas signifiquen lo que ellos quieran que signifiquen.
Estos “scratches” no dejan de ser lo mismo que los piquetes informativos, pero con un tratamiento individualizado.
5- Perjudicando a los bancos el problema se arregla.
Respuesta: Los bancos son caso aparte; es evidente que no gozan de su mayor popularidad en estos momentos… y con razón. A mi entender, se han reído de todo y de todos: sociedad, clientela y gobiernos. Es bien sabido que el drama social que suponen los desahucios, es una consecuencia más de la crisis. Sin embargo, los primeros beneficiarios en la lista de cualquier medida que se tome, son ¡los bancos! Debo reconocer que mi formación en economía es limitada, lo cual no obsta preguntarme el porqué de este hecho.
Créditos de fondos europeos para proporcionar liquidez a los mercados y negocios… que resulta que nunca llegan a su destino (primero se cubren sus necesidades). Se anuncia con total solemnidad los créditos ICO, y sin embargo, cualquier ser humano que lo pretenda, sabe que es directamente una tomadura de pelo. Para que te concedan un crédito ICO, tienes que demostrar sobradamente que NO te hace falta el dinero que solicitas y, después de eso, esperar una serie de combinaciones elipsoidales de las distintas curvaturas planetarias con respecto a un punto determinado del horizonte, en fin…
Estafas a los ahorradores con las preferentes (y atención... ¡¡¡no les pasa nada!!!), ayudas a fondo perdido a la banca… Así ¿hasta cuándo? Creación del “Banco Malo” ¿Pero qué nombre es ese?... y exactamente ¿qué hace?
Parece ser que los bancos son el mal necesario en todo este problema. Que su imagen actual es comparable a la de la mosca del vinagre, lo sabemos todos. Que no parece que estén haciendo más de lo que pudieran, también, pero volviendo a la pregunta de inicio… ¿Perjudicando a la banca se arreglaría algo? ¿Le devolverían a alguien su vivienda?... o resulta solo que ¿sirve como desahogo arremeter contra banca?
Veamos: Las condiciones en las que se firmaron las hipotecas eran onerosas, injustas y sobrevaloradas. Pero resulta que ninguna de las dos partes puso un cuchillo en la garganta a la otra para que firmara. Estas condiciones eran ya así cuando había trabajo y ahora que no lo hay. Si pagas 1000 euros por un chicle, se producen dos hechos:
1: Nadie te ha obligado a pagar ese dineral.
2: Es un precio irreal en cualquier situación.
Da igual que seas millonario o no, lo has querido pagar: sigue siendo ridículo. La diferencia es que teniendo trabajo, puedes hacer frente a la ridiculez y si no lo tienes, no.
Resulta que ya no puedes hace frente al pago. ¿Tiene la culpa el banco de que no puedas pagar? ¿Acaso el banco te ha quitado el dinero? ¿Por qué tiene que ser una 3ª persona, en este caso el banco, quien asuma un mal cuyo último responsable eres tú?
Identificar claramente a un enemigo cuando se está en una situación angustiosa, siempre es liberador, pero no es la solución. ¿Es en verdad la banca el causante? A pesar de la antipatía que a todo el mundo genera la banca, sigo pensando que NO. Los bancos no son el problema. Forman parte del problema, que es distinto. Se está extendiendo la idea de que los bancos disfrutan viendo un desahucio porque presagia el cobro, lo cual no favorece que se apunte al verdadero culpable.
El culpable sigue siendo el paro. La banca es el verdugo, no quien dictó la sentencia.
Aún siendo cierto esta afirmación, LA DACIÓN EN PAGO debería estipularse en estos casos como algo incuestionable. No es de razón desde cualquier punto de vista que, las dos partes del pacto que se firmó en la hipoteca asuman parte de coste. Resulta ridículo ese afán recaudatorio, usurero y acaparador que tiene la banca. Una cosa es que los culpables no sean directamente los bancos, y otra muy distinta, que sólo pierda "siempre" una de las partes (y siempre sea la misma) en el contrato hipotecario.
6- Si Ada, el movimiento 15M o la izquierda se ocupara del problema, se solucionaba en breve.
Respuesta: Como dijimos desde el principio, las intenciones de Ada Colau, son en verdad, buenas. Sin embargo, su manera de pensar y su forma de actuar, recuerda más al empuje e idealismo ilusorio propio de la época universitaria que de una mujer, sensata, formada y con ganas de aportar ideas y soluciones para resolver un problema de semejante repercusión.
Lo que desacredita definitivamente a la Sra. Colau, es, ser abanderada de la idea esa de que la verdadera democracia es la calle y los movimientos sociales tipo 15M, y no las elecciones, ergo ellos son más representativos que unas elecciones. Quieren jugar un partido donde se puedan cambiar las reglas según ellos decidan y caso de no permitírselo o censurar esa pretensión… ¿a ver si adivina el lector con qué calificativo te premiaran…? ¡Efectivamente!: ¡Fascista! (para la izquierda la democracia será siempre sólo aquello que ellos decidan que lo es)
Propuestas como las de la Junta de Andalucía encaminadas a embargar a los propios bancos que embarguen, se antoja una estupidez de tal calibre que no tardará mucho tiempo en sufrir las consecuencias la población andaluza. Endurecimientos del crédito, imposibilidad definitiva de acceso a ninguna hipoteca… al tiempo.
Prácticamente al grito de "a las barricadas" la intrépida consejera Elena Cortés, al más puro estilo Chavista-Bolivariano (ya saben, aquello de: exprópiese) va a amedrentar a todo el sistema bancario y a solucionar el problema de los desahucios. Si es que está visto que cuando la izquierda se pone... Sin duda echa de menos a sus amiguitas Bibi y Leire...
Menos demagogia fácil de defender en un plató televisivo y más ideas audaces para salir de este problema. Ada, se que tu intención es buena, pero no juegues con la ignorancia de los demás.
7- El gobierno se queda impertérrito al contemplar los dramas sociales derivados del problema y se muestra impío. Solo quiere que se cumpla la ley y que los afectados paguen o se vayan de su hogar.
Respuesta: Que en general este gobierno no está siendo un ejemplo de excelencia, parece evidente. Pero muy distinto es creer, y hacer creer la idea de que es ajeno a lo que pasa. Vamos, que le da igual. Y no solo eso, sino, identificarles directamente con la causa del problema. Por supuesto, el gobierno actual, no el anterior.
Una vez que la izquierda tiene claramente identificado el culpable, por supuesto las hordas facciosas de derechas causantes sin duda de todos los males posibles (hay quien dice que el toro que mató a Manolete era de derechas), es incapaz de asumir un ápice de responsabilidad de los gobiernos de su color.
El problema es de tal envergadura que, resumirlo en un culpable concreto, es sencillamente mentir. Ni que decir tiene cuando además al culpable se le pone cara y ojos y una pandilla de individuos comienzan a acosarle de todas las maneras posibles rozando o directamente vulnerando la ley. De ahí cabe reseñar la elegancia con la que, a pesar de todo, está lidiando con el tema la delegada del gobierno Cristina Cifuentes (de los pocos del PP que dan la talla) frente a la constante m enfrentamiento de la Sra. Colau.
Estos Scratches, de los que llevamos hablando este artículo, no son solo basados en una mentira, sino que afirmo que: son cobardes (se reúnen en manadas), injustas, malintencionados y en modo alguno ayudan a solucionar el problema que nos ocupa.
LA PALABRA SCRATCHE, SOLO ES UNA NUEVA MANIPULACIÓN SEMÁNTICA DE LA IZQUIERDA.
APARTE DE SER FEÍSIMA Y UNA SOLEMNE MEMEZ, ES SÓLO UN EUFEMISMO MODERNO, ELEMENTAL Y DUDUÁ; FÁCIL:
SCRATCHE=ACOSO Y AMEDRENTAMIENTO